lunes, diciembre 19, 2005

El fiscal ha pedido casi 15.000 euros de multa a los activistas de Greenpeace por la protesta en Vandellós II

EL FISCAL HA PEDIDO CASI 15.000 EUROS DE MULTA A LOS ACTIVISTAS DE
GREENPEACE POR LA PROTESTA EN VANDELLÓS II

Realizaron una protesta pacífica el pasado 26 de abril en las puertas
de la central nuclear para denunciar su peligroso funcionamiento

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Los 24 activistas de Greenpeace que el pasado 26 de abril participaron
en una protesta pacífica para alertar sobre el funcionamiento
peligroso de la central nuclear de Vandellós II, han sido juzgados,
ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Reus
(Tarragona). El juicio ha quedado visto para sentencia y el Ministerio
Fiscal ha solicitado una pena de 50 días multa a razón de 12 euros
diarios para cada uno de ellos, una suma de 14.400 euros. El abogado
de Greenpeace, José Manuel Marraco, ha solicitado la libre absolución
de los mismos al entender que se había realizado una protesta pacífica
en el ejercicio de sus derechos ciudadanos, poniendo de manifiesto el
grave problema medioambiental que supone la central nuclear.

La acción que se realizó en Vandellós II pretendía poner en evidencia
la falta de seguridad de la central nuclear, que ha estado funcionando
en lamentables condiciones varios meses poniendo en peligro la salud
ambiental y de las personas. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha
reconocido que este suceso es el segundo más grave de la industria
nuclear en España después del accidente de Vandellós-I. Una razón más
que suficiente para que, en el juicio, Greenpeace haya recordado al
gobierno socialista que mientras sigan abiertas las centrales
nucleares la seguridad de los ciudadanos y del medio ambiente estará
en riesgo.

Durante la protesta se pidió al presidente Zapatero que cumpliera con
el plan de abandono de la energía nuclear que anunció en su discurso
de investidura, y recogido a su vez en el programa electoral del PSOE
y en el Acuerdo Programático PSOE-Los Verdes.

La central nuclear de Vandellós II sufre el envejecimiento progresivo
de los reactores, fallos propios de una tecnología intrínsecamente
peligrosa. Además, tiene un problema de corrosión del sistema de agua
de servicios esenciales.

El pasado 26 de abril, 24 activistas de Greenpeace cerraron
simbólicamente la central nuclear Vandellós-II (Tarragona) mediante la
colocación en la puerta principal de acceso a esta instalación de un
candado gigante con el lema "Zapatero: cumple tu palabra, ciérralas"
en alusión al compromiso del presidente del Gobierno de abandonar la
energía nuclear en España y sustituir las centrales nucleares por
"energías más limpias, más seguras y menos costosas", según reza el
programa electoral del PSOE. Junto al candado, varios activistas
desplegaron una pancarta con el lema "Por seguridad, abandonemos la
energía nuclear" e instalaron 5 molinos eólicos de 3 metros de altura
en el interior del perímetro de la central nuclear.