jueves, abril 28, 2005

ADENEX, Informe crisis ambiental en extremadura

Reproduzco el preambulo:

PREÁMBULO
En respuesta a la invitación formulada por la Asamblea de Extremadura para participar en un amplio debate social -y político- sobre la aplicación de diferentes modelos de desarrollo en Extremadura, en el año 1990 ADENEX elaboró y presentó en tan importante foro público el documento plasmado el marco referencial filosófico-metodológico de la propuesta coherente y razonada que ADENEX consideró y continúa considerando válida y posible para lograr el mejor desarrollo de la Extremadura del tiempo presente y futuro; esto es, la Extremadura armónicamente desarrollada mediante la aplicación de criterios de sostenibilidad en todos los ámbitos del tejido social: económico-productivo, cultural, político, ético...
Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido desde aquellas fechas, y de las evidencias del acertado diagnóstico prospectivo de la realidad regional y ambiental entonces analizada, solo cabrían ser mencionados como parcialmente satisfactorios algunos mínimos logros en la dirección del desarrollo que ADENEX preconizó y continúa preconizando para la región Extremeña. Quiere decirse que, la decisiones tomadas a nivel autonómico en relación con las directrices políticas que apuestan claramente y sin titubeos por el modelo de desarrollo sostenible, o resultaron simples declaraciones falaces que el tiempo enseguida desmontó, o quedaron sepultadas por las arenas de la torpeza y la inacción administrativa.
En estos comienzos del S.XXI, la situación ambiental de Extremadura resulta no solo mucho peor que en la década de los 90, sino que proyecta signos de honda preocupación y alarma, pues todo indica que los estamentos ejecutivos de la Junta de Extremadura han perdido por completo las riendas de la prudencia ecológica y el buen sentido del porvenir, al apostar sin titubeos, de una manera autoritaria y antidialéctica más propia de régimen superados en los países modernos, por un modelo de desarrollo que, al inicio de los años 70 del pasado siglo, ya mostró los comienzos de su fin con las primeras alarmas de la crisis energética mundial. Defender por tanto la viabilidad de nuevas refinerías petroquímicas a estas alturas, o cementeras, o precarias minas a cielo abierto, o más embalses para nuevos regadíos, o... más parece la obsoleta y anacrónica carrera hacia atrás del cangrejo, que el lento, pero firme, caminar de la sabia tortuga que, porque conoce muy bien la dirección hacia donde se dirige, emplea sus energías con el mismo despilfarro y la máxima eficacia.
Pues bien, las páginas que siguen ofrecen al lector un amplio catálogo de reflexiones acerca del estado actual de los recursos ambientales extremeños. Mas no se entiende ni agota con ello el estudio, sino que a continuación ofrece casi un exhaustivo repertorio de soluciones para superar la problemática ambiental detectada. Tal inventario de propuestas rigurosas, lúcidas y porveniristas, debiera constituir algo así como un vademécum de uso por la clase política regional, empresarios, gestores de recursos, municipios y ciudadanos en general. Pero sobre todo debiera significar un importante y severo toque de atención para los directos responsables políticos en los tres niveles: municipal, provincial y autonómico. Porque a ellos corresponde más que a nadie tomar decisiones legislativas y administrativas que defiendan con prudencia, anticipación e imaginación, no solo la calidad y cantidad de vida de los actuales ciudadanos extremeños, sino también garantizar el desarrollo de las generaciones venideras.